1.9.10

Tercer Encuentro México Joven

Foto: Marcos Rodríguez
.
Regios, tamaulipecos, tlaxcaltecas, duranguenses y otros viajeros de este cuerno de la abundancia, aun de más allá de la frontera mexicana, asistimos al Tercer Encuentro México Joven, organizado por Maja Zawierzeniec, presidenta de la Asociación Cultural Polaco-Mexicana BOCIAN&NOPAL .

El punto de reunión fue la ciudad de Monterrey, del 26 al 28 de agosto. Artistas visuales, poetas y narradores, compartimos nuestra propuesta estética y abordamos discusiones sobre el quehacer artístico en la actualidad.
Aquí algunas imágenes memorables -de mi lente oblicua- que, si bien hubo más, dan una idea de la diversidad del evento.

La primera mesa de Poesía. Al micrófono la voz de Gabriela Cantú, letras como seda acariciada por el viento.
El Alucinacimiento de Julio César: palabras abrevadas en la luz.

Maja Zawierzeniec. Polonia no está tan lejos ahora.

Erika Said y Alejandro Ipatzi: ¿Somos poetas, nos hacemos poetas o nunca llegamos a ser poetas?

Convergencias y divergencias de las edades creativas, por Celeste Alba: después de los 24 todos somos adultos, y pasados los 30, post-jóvenes.

Más lecturas de poemas.
-Yo sumergida en la Crónica del silencio-

El exilio del creador, por Marcela Mata y Julio César Aguilar, tinta que recuerda el sabor de la primera casa.

Plumas tamaulipecas al vuelo: Celeste Alba y Lizette Álvarez.

Juan Miguel Pérez, Marcos Rodríguez y el joven poeta-visual

Israel Alvarado, Entre muros.

Pablo Martínez, con su poemario El amor es una bestia sin huesos; Isadora Montelongo antes de esparcir los Polvos de Venus, antología de cuentos.

Las Crónicas perdidas de Gerson Gómez.

Entre las páginas de Tiempo sin orillas. A mi lado, Kika, que dice que no puedo evitar ser poeta.

Ipatzi, heredero de la vena tlaxcalteca, nos leyó algo de su volumen de cuentos Ahora que somos tantos.

Diversas obras emergentes se valen de los medios electrónicos, como el videoperformance de Viktor Díaz.

Cielo Donís, artista plástica, propone un rescate de las técnicas antiguas para liberar el cosmos bajo la piel.
Reynaldo, que llegó de pronto con sus diecisiete años doblados en una libreta y Los detectives salvajes en la mochila.

Marcos Rodríguez y sus magníficos divertimentos, durante la última sesión de lecturas.
.
Para unos la juventud se acaba a los 24 años o a los 30 o a los 40. Para otros, lo "joven", es lo que está en proceso de ser maduro, lo que no ha alcanzado un carácter propio o lo que se asoma por primera vez al acto creativo, independientemente de la edad cronológica; para mí la auténtica juventud está en la capacidad de renovarse. Cuando una obra mantiene su vigencia a través del tiempo, es siempre nueva.


No hay comentarios:

Publicar un comentario