Entrevista a Sophie Marchegay

Marchegay en la zona arqueológica de Las Flores.

Por Marisol Vera

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La arqueóloga Sophie Marchegay, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, explica en breves palabras la importancia de que la gente conozca y valore su pasado histórico.


1- ¿Desde cuándo está trabajando en la zona huasteca?
Llegué aquí en 2000 y comencé a laborar por 2001. Fui una de las primeras personas encargadas de trabajar en el Museo de la Cultura Huasteca, en Tampico (anteriormente se ubicaba en ciudad Madero).

2- ¿En qué radica la importancia de que la gente se acerque a estas expresiones culturales?
En el conocimiento. Es importante valorar nuestro pasado, saber de dónde venimos. Por ejemplo, en Las Flores casi todo se ha destruido y sólo nos queda esta pirámide. Es importante que la gente la conozca, muchas veces no hay la oportunidad de hacerlo porque los vestigios arqueológicos desaparecen.

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3- ¿Por qué considera que es relevante, específicamente, esta zona de la Huasteca?
La pirámide de Las Flores es la única zona arqueológica del sur de Tamaulipas abierta al público. Hay otros sitios, como el de Tancol, pero no se permite la entrada a la gente, la investigación de ese lugar está en proceso. En el Estado encontramos varias zonas importantes, pero que no son propiamente huastecas, por ejemplo el Balcón de Moctezuma y El Sabinito, las cuales se consideran parte de las culturas de la Sierra de Tamaulipas, que antiguamente tuvieron intercambio con la Huasteca.

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4- ¿Existen murales huastecos en el sur de Tamaulipas?
En la actualidad no. En los años en que se excavó la zona de Las Flores se encontró una pintura en el piso, pero se destruyó. No tenemos murales como, por ejemplo, el de Tamohi, en San Luis Potosí; también hay fragmentos en Tamtoc: tienes que ir allí, es lo más espectacular de la Huasteca.

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5- Otra zona arqueológica importante en nuestro estado es la de Tammapul, considerada hace tiempo como huasteca, ¿se sabe en la actualidad a qué cultura pertenece?
Tammapul se encuentra en un lugar de transición, en el límite entre el norte de la Huasteca y la Sierra. Allí se ha encontrado cerámica parecida a la de Río Verde, San Luis Potosí. La cultura que habitó en Tammapul tenía contacto con la huasteca. Aún queda mucho por investigar, no es tan sencillo.

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6- ¿En la actualidad, qué hechos novedosos existen en relación a las investigaciones arqueológicas del sur de Tamaulipas?
Un acontecimiento reciente es el de Loma Real. Entre 2007 y 2008 se realizó una actividad de salvamento arqueológico en el puerto de Altamira, pegado al ejido Lomas del Real. En las excavaciones se encontraron entierros con ofrendas.

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7- ¿Qué puede comentar acerca del saqueo que a veces se ha dado en zonas arqueológicas?
En cierta forma, cuando no existían museos en la región, y como no había leyes que protegieran el patrimonio, fue un hecho afortunado que la gente guardara piezas arqueológicas en colecciones privadas. De otro modo se habrían extraviado. En el museo de la Cultura Huasteca de Tampico hemos recibido donaciones muy valiosas. Actualmente hay leyes para evitar el traslado de piezas, pero continúa habiendo zonas saqueadas. A veces los saqueos se dan por parte de gente con gran necesidad económica; no se les puede culpar. Necesitan educación.

8- ¿Qué tanto interés ha encontrado usted en las personas de la región, por conocer la cultura prehispánica?
El interés se vio, sobre todo, cuando se cambió la sede del Museo de la Cultura Huasteca de Madero a Tampico; ahora tiene mayor difusión, el espacio es más grande para albergar las piezas, y es accesible para la gente. Al principio tuvimos muchas visitas. Actualmente sí hay interés, pero se necesita que las escuelas se involucren más, que traigan a los alumnos con mayor frecuencia a la zona arqueológica y al museo. La educación es muy importante.